Página principal




Info

 

"ABDELL,EL ESCULTOR"


CONGELAR EN EL ARTE UN TIEMPO MEJOR:
LA ESTRATEGIA DE ABDELL.

No existe una conciencia intelectual del arte, sino más bien la de la obra de arte capaz de formular una visión del mundo, mucho más allá de su artífice.
En el arte figurativo es el Manierismo el que crea una particular conciencia intelectual, que reflexiona sobre su propia naturaleza metalínguística y sobre la relación del artista con el mundo externo. Para desarrollar mejor tal postura reflexiva, una libre lectura del mundo no censurada por el poder, el artista manierista asume la postura de la lateralidad, desde la cual puede observar las dinámicas de la Historia elaborando un sistema língüístico con el que representar su disentimiento.
El rigor estoico de tal postura estriba justamente en la conciencia del artista de operar en el campo de la métafora y la alegoría, lo que no significa agnosticismo y neutralidad ante el mundo. Pero ¿cómo puede el arte de Abdell conservar, representándola, la conciencia intelectual, si la experimentación tecnológica ha sido utilizada con fines puramente espectaculares por el sistema industrial?.
Parece que el espacio proyectual se ha restringido aún más y permanece solamente en la intención subjetiva de una obra entregada al "progetto dolce" del proceso creativo. El resultado es la construcción de un orden formal, visible resistencia moral propuesta ante un exterior caótico y fragmentario.
Aunque la obra de Abdell adopta tácticamente los rasgos del eclecticismo estilístico-contaminación, desestructuración y reconversión de fragmentos lingüísticos de distinta procedencia, acaba aceptando una organización formal que responde a una intencionalidad distinta. Tal intencionalidad nace de la necesidad del artista de expresar un nivel explícito de resistencia a través de la forma. Ella atestigua un amplio nivel conceptual, testimonio claro del valor de resistencia. Tal valor es amplificado principalmente por un soporte conceptual fuerte y cargado de significados, como un esqueleto capaz de aguantar el peso de la carne.
El arte de Abdell es el fruto de una conciencia intelectual del mundo lúcida y enfriada. La conciencia intelectual del arte significa pues conocimiento del enemigo, lúcida visión de la complejidad del sistema social, de su homologación internacional en un circuito que dinamiza más el ojo que la conciencia.
Acumula huellas de una resistencia subjetiva, congelando así la idea del arte para la memoria futura. Una especie de ejercicio estoico no dirigido exclusivamente a la salvación de una raza en extinción, sino a la necesidad de conservar la existencia para un papel definido.
En este sentido es explícita la resistencia de Abdell, el testimonio asumido por la producción de formas que insisten más en un nivel conceptual de diferencia interna y menos en lo espectacularmente externo.
En definitiva, Abdell confiere realidad formal a su sueño, el de la UNION DE LOS ESTADOS FENICIOS, capaz de resarcir el duelo de una HISTORIA que, eliminando la cultura, ha intentado además eliminar la memoria y la existencia de un pueblo.
Si le preguntamos al artista si es el autor del alfabeto inscrito sobre sus esculturas, Abdell podría responder seguramente que nosotros somos los culpables.


Texto extraido del crítico italiano D.Achille Bonito Oliva.
Traducido del italiano por Vittoria Ronchi.